lunes, 13 de octubre de 2014

Un año más de emociones

 
 
 
 
 
La Fiesta del Duende es una fiesta popular, con todo lo profundo y especial que ello significa.
 
Es un momento en el que los coscoínos, con la identidad a flor de piel, salimos a la calle a celebrar el folklore. Y pasamos a ser muchos más. Porque todos los que son parte de la fiesta, se vuelven coscoínos. Porque el país, a través de los músicos, bailarines y amigos que nos visitan, se vuelve Cosquín.
 
La Fiesta del Duende tiene el calor del trabajo de muchos coscoínos. Con mucho talento se elaboran las máscaras y muñecos, se piensan los momentos y detalles que luego deslumbrarán a todos. La mística de la fiesta está en la laboriosidad y esfuerzo puesto en cada propuesta.
 
El fin de semana estuvo cargado de alegría y emociones lindas.
El viernes fue el día de los chicos, las escuelas se reunieron para pintar máscaras, escuchar cuentos y compartir la tarde en la Escuela Roca primero y en la Plaza San Martín después, con Peteco Carabajal y Rubén Patagonia.
Bruno Arias, Paola Bernal, Franco Orozco entre otros, fueron los artistas de la peña de la primera jornada.
 
El sábado en la Plaza San Martín desde las 15 hasta las 20 hs, todos bailamos y cantamos con los artistas invitados. 
Alumnos de la Escuela de Arte Emilio Caraffa hicieron actividades artísticas para todo público y las caras de duendes poblaron la plaza.
 
Por la noche en La Herradura, la peña se colmó de aplausos y coloridos pañuelos.
 
Pero sin dudas el domingo es el día más significativo de La Fiesta del Duende. Desde el mediodía en la Plaza los artistas acompañaron al público que se acercó a bailar, a matear, a comer el tradicional gran locro de la Fiesta.
 
Hasta la tardecita siguieron los festejos y solo se detuvieron para cambiar de escenario. Los presentes se fueron trasladando de la plaza a la calle San Martín para ser parte del fantástico desfile de cierre.
 
Máscaras, murgas, los caporales con su ritmo incansable, los artistas invitados sobre el camión alegórico que fue la novedad de este año, las candidatas a reina, los ballets, las escuelas de danza, todos desfilaron por el centro con una magia contagiosa.
 
La gente esperó con ansiedad el arranque del desfile y no se perdió detalle. Luego todos fuimos a cerrar la noche en el gran escenario montado entre la Próspero Molina y el atrio de la iglesia. Qué lugar histórico!
Una noche bella, cálida, y plena de música...

Emiliano Lucero y Pichi Acosta fueron los conductores del espectáculo y  Mario Sbracini, Claudio Tais, La Payana y Jorge Luis Carabajal, algunos de los artistas que cantaron bajo el cielo coscoíno.
 
Sin dudas, una vez más, hemos despertado al duende festivalero y nos encaminamos hacia el próximo festival con las mejores expectativas.
 
Y es que cada octubre se hace realidad el sueño de que en Cosquín el folklore esté de fiesta todo el año!

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