Sin importar el frío y con muchas ganas de peñar la gente
fue protagonista de la noche del sábado.
Desde temprano para reservar una mesa o consultar la
grilla de artistas, el público se acercó a las peñas y convirtió la tarde en
una ansiosa espera.
Los músicos llegaban a buscar sus horarios de actuación
y se encontraban con sus colegas. Todos buenos augurios.
Remo Morando, Emiliano Martín y Raza y Barro, serían de
la partida un año más; cómplices de este Cosquín de Peñas que crece apoyando a
las voces nuevas, a esas voces que nos permiten seguir cantando.
Carlos Bonino, otro hacedor del Cosquín de Peñas, tuvo su espacio y recibió el aplauso cariñoso del público atento.
Chicos y grandes desafiaron el cansancio y bailaron y
corearon e hicieron palmas en esta fiesta popular.
Los que esperaban a Penke Pereyra, los que descubrieron
a Barrio del Revés y La Jangada y quienes sabían que Jorge Luis Carabajal nos
traería el mejor folklore. Todos reunidos, compartimos una noche llena de
brillo que nos iba a preparar para el domingo.
Qué
frío
Frotándonos las manos, con gorros y bufandas uno a uno
fuimos llegando a la Plaza San Martín. ¿Cómo faltar a la locreada del domingo?
Al calor del fogón la peña abierta estaba asegurada.
Y fuimos "pocos pero buenos" dirían algunos, fuimos y es lo
importante. Este domingo el sol no pudo cobijarnos pero la música y el mate
compartido hicieron las veces de poncho y la siesta nos encontró bailando un
escondido con los acordes del Pichi Acosta.
Se acabaron las empanadas y seguimos cantando. Pasamos
del locro a la sobremesa con ganas de una chacarera más.
Después a casa, con el sabor de la misión cumplida.
Cerramos otro fin de semana peñero y ya queremos que llegue el próximo.
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