Desde su inicio el Cosquín de Peñas ha sido una fiesta llena de alegría, de color, de sonidos y aromas a las más típicas comidas criollas.
El Cosquín de Peñas es oportunidad de encuentro, de baile y risas, de amigos y recuerdos.
Sin embargo este año asumimos una materia pendiente que parecía ajena a la fiesta.
Cuando se cumplen veinte años del fallecimiento de Atahualpa Yupanqui, el Cosquín de Peñas realiza un homenaje al artista y abre un espacio de expresión distinto a los que veníamos transitando.
Las letras, la fotografía y el cine, se reunieron en el Salón La Herradura en una muestra denominada "Yo tengo tantos hermanos" que promueve la Secretaría de Cultura de la Nación.
Todo un desafío: abrir la fiesta con otro ritmo, darnos la oportunidad de compartir otras formas, de expresar distinto.
Una puerta que se abre, un espacio que deberemos desarrollar para que la fiesta siga sumando.
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