Mario Sbrascini
La
Peña del Duende desbordó de alegría. Fue un refugio para la lluvia y un abrigo
para la amistad y la familia.
Leopoldo
Rivarola fue el anfitrión a la fiesta y presentó uno a uno a los músicos que
llegaron a Cosquín desde distintas latitudes a ofrecer su corazón en cada zamba
o chacarera.
La
noche estuvo signada por abrazos y sonrisas. Entre artistas que volvían a
encontrarse, entre coscoínos y turistas que elegían el folklore como excusa para
brindar con sus afectos.
Los
Trajinantes, Mario Sbrascini abrieron la noche y con ellos la pista se llenó de
pañuelos, cada centímetro de La Herradura fue bueno para el baile.
La
dulzura y la fuerza en la voz de Aldana Moriconi, el romanticismo de Héctor
Saleme, y la entrega de Lula Solis, todos reunidos en una gran peña.
Promediando
la noche llegó el momento de elegir a una nueva reina de La Fiesta del Duende. Milagros
Palacio, Rocío Racigh Brun, Ayelén Cuello, Valeria Quevedo, Marina Soler,
Solange Bazán y Micaela Lozano, cautivaron al jurado y al público peñero. Pero
había que elegir y Rocío Racigh Brun fue consagrada primera princesa y Marina
Soler, reina de la fiesta.
Agustín Pistone en La Herradura
Duendes
del Amanecer, Primera Junta jugando de locales y Vuelta y Media entregaron lo
mejor de sus repertorios. Variados colores y melodías y el amor por nuestra
música como común denominador.
Agustín
Pistone y su recorrido por los clásicos “Luna cautiva” o “Calle angosta”
reafirmaron que el folklore se traduce permanentemente, que se actualiza sin
perder su entrañable significado.
Y
así, mucha lluvia afuera y mucha miel dentro de la Peña del Duende, despertamos
al Duende festivalero.
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